La condición física depende de las cualidades físicas básicas, que son
un concepto dinámico a lo largo
de toda la vida, sujetas a determinados factores que las modifican. Además,
también están muy implicados el sistema
respiratorio y el sistema cardiovascular,
ya que gracias a ellos podemos realizar el ejercicio físico.
Será necesario cumplir unas pautas
adecuadas al realizar el ejercicio físico para conseguir obtener unos
resultados positivos, mediante ejercicios
de intensidad media en los que desarrolle la resistencia aeróbica. A
medida que realizamos ejercicio físico, nuestro organismo puede incluso llegar
a sufrir unas adaptaciones ante tal actividad, y entonces hablamos de deportistas.
Tanto las adaptaciones a nivel respiratorio como a nivel cardiovascular
quedan manifestadas en una disminución de la frecuencia cardiaca.
Las cualidades físicas básicas tienen un carácter dinámico, y por tanto, sufren ligeros cambios debido al
paso de los años en el organismo de la persona. Así pues, veamos las
peculiaridades en cuanto a la evolución de cada cualidad física:
La resistencia se puede decir que la resistencia es una cualidad que si
no se entrena o trabaja a menudo desciende rápidamente, y si se trabaja se gana
en un periodo corto de tiempo. La edad idónea en la que el atleta puede
desarrollar el 100% de su resistencia se sitúa entre los 18 y 30 años. A partir
de entonces, la capacidad de resistencia irá descendiendo poco a poco.
La fuerza se considera que la fuerza
es una cualidad que se adquiere poco a poco y no sufre los altibajos de la
resistencia. Un deportista entrenado se considera que tiene el máximo de fuerza
entre 25 y 35 años situándose más bien en torno a los 30 el punto cumbre.
Conviene decir que trabajar la fuerza con pesas antes de 17 o 18 años puede ser
perjudicial para el organismo ya que éste todavía no se ha formado del todo por
completo, y pueden ocurrir malformaciones en huesos y músculos.
La velocidad al igual que la fuerza,
es una cualidad que no se pierde tan rápidamente como la resistencia, pero se
caracteriza por ir aumentando poco a poco hasta que llega un momento en el que
ya no existe evolución, sino que va decreciendo continuamente. Su punto máximo
está en los 25 años.
La flexibilidad es una cualidad
totalmente degenerativa, es decir, se va perdiendo flexibilidad de un modo
continuo desde el momento en que nacemos. Sin embargo, si esta cualidad se
ejercita y se trabaja hasta los 14-15 años, se puede mantener constante o
incluso se puede ganar algo. A partir de entonces, ya no es posible ganar en
flexibilidad, y lo único posible será mantener el buen nivel adquirido
anteriormente.
Como consecuencia del continuo entrenamiento del deportista, se producen
en su organismo ciertas adaptaciones gracias a las cuales ya hablamos de deportista de élite. Son
adaptaciones físicas de su organismo ante las situaciones que se le presentan
muy a menudo y a las que debe hacer frente. Como respuesta a ese ejercicio
físico de forma muy continuada, el organismo evoluciona en ciertos aspectos de
un modo tal que la persona tiene una mayor facilidad para realizar tal
ejercicio.
A nivel general, se producen principalmente unas adaptaciones tanto a
nivel respiratorio como a nivel cardiovascular, que hacen posible una
disminución de la frecuencia cardiaca en estado de reposo.
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