jueves, 17 de noviembre de 2016

1.3.1.- El rendimiento físico y su entrenamiento


El rendimiento físico es todo aquel esfuerzo motriz que involucra ya sea fuerza, velocidad, resistencia o flexibilidad en el desarrollo de los ejercicios. “Las capacidades físicas son requisitos previos delimitables de la motricidad. Su modificación a lo largo de la evolución del individuo tiene lugar a partir de un proceso natural de cambios, también sin flujo del entrenamiento” (Martin, D. y Carl, K. 2001:102).

EL rendimiento físico requiere de aspectos motrices tales como la fuerza, velocidad, resistencia y la flexibilidad, la suma de los cuatro siempre va hacer la mejora de habilidades y condición física siempre y cuando se lleven en equilibrio. “Casi todas las actividades físicas incorporan factores de fuerza, velocidad, duración y amplitud del movimiento. Los ejercicios destinados a superar cualquier oposición son ejercicios de fuerza” (Bompa, T. 2006:11).
El rendimiento alcanzado o alcanzable por un deportista individual o por un grupo de ellos no solo depende de su eventual estado de rendimiento sino también ve determinado por condiciones que pertenecen al entorno de los deportistas.

El rendimiento deportivo no se considera solo el resultado de una actividad, sino que en su valoración y en la definición de su concepto se incluye también el método y el esfuerzo individual que ha conducido a este resultado, es decir, el proceso de rendir” (Lehnertz, K. 2001:24).

De momento vamos a designar como carga de entrenamiento al conjunto de formas de entrenamiento realizadas por un deportista, para una caracterización más precisa del concepto de carga, parece oportuno distinguir,  modo de introducción, entre magnitudes de descripciones cualitativas y cuantitativas. “Para mejorar la capacidad de rendimiento deportivo se necesitan los correspondientes estímulos de carga esto actúan en el siguiente orden casual. Carga; alteración de la homeostasis; adaptación; mejora el estado funcional” (Weineck, J. 2004:21).

Las aptitudes y cualidades de los futbolistas suelen ir desarrollándose desde la infancia esto se logra gracias al manejo de los ciclos y etapas por las que se lleva a cabo cada ejercicio. Estos ciclos van incrementando las cargas de trabajo (entrenamiento) hasta llegar a un alto rendimiento. Una noción casi idéntica la atribuyen (Thiess y Schnabel, 1987, 164-165) a los instrumentos de entrenamiento, por lo contrario (Carl, 1983, 422) considera como instrumentos “Todos los aspectos utilizados en la realización del entrenamiento”.

Los entrenamientos de alta intensidad son complicados y acarrean muchos cambios, llevan mucho tiempo ya que se suelen aplicar repeticiones hasta lograr su objetivo y haciendo muchos cambios y adecuaciones al organismo. Los entrenamientos se presentan en ciclos y etapas para que haya  una progresión en los deportistas, manejando adecuadamente cada ejercicio e ir elevando la carga de trabajo para evitar un estancamiento en el rendimiento de este.

La revisión constante de cada ejercicio en el lapso donde se presente un incremento de carga de trabajo es vital para la progresión y así mismo evitar lesiones. El entrenamiento de alta intensidad consiste en el empleo a lo largo del año de cargas elevadas de entrenamiento cuyas series de trabajo se prolongan hasta obtener al menos una repetición fallida positiva (Bompa, T. 2006:11).

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